«Hecho con las manos, el objeto artesanal guarda
impresas, real o metaforicamente, las huellas digitales del que lo
hizo. Esas huellas no son la firma del artista, no son un nombre;
tampoco son una marca. Son más bien una señal: la cicatriz casi
borrada que conmemora la fraternidad original de los hombres. Hecho
por las manos, el objeto artesanal está hecho para las manos: no
solo lo podemos ver sino que lo podemos palpar.
A la obra de arte
la vemos, pero no la tocamos.» Octavio Paz